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Marisa Aldeguer

Directora MA arte contemporáneo


Forma y Materia, escultura contemporánea 2018

El mundo de un escultor es obsesivo, busca eternamente formas en la materia, es su sino. Es como mirar al cielo en busca de estrellas, es como mirar nubes; es soñar despierto. 

Cuando una forma penetra en la mente de un escultor, pugna incansablemente por salir a la luz. Cuando un material es observado por los ojos de un artista, cobra una forma determinada, éste ve automáticamente el ser que lleva dentro; sólo le queda sacarlo de su encierro. 

 

MA presenta una colectiva de diecisiete artistas que trabajan maravillados en busca de esa forma que han visto en este material. 

No podemos, en una primera exposición de escultura contemporánea, pretender mostrar la infinidad de recursos con que el artista se vale para llegar a su cometido; necesitamos un punto de partida y ese ha sido, llevados por la emoción, el primero.

Sí, hablo de emoción; porque sin emoción no podemos seleccionar a unos artistas sí y a otros no. Mi recorrido visual sobre las piezas que se exponen ha acariciado cada una de ellas y me han tocado el alma, así de simple. 

La técnica es algo que viene después, la observación de la calidad de cada obra me ha dado la respuesta definitiva. Nos encontramos pues con una exposición sin hilo conductor temático; podríamos decir que se trata de pulsaciones. Precisamente lo que se ha buscado es una parte de esta multidisciplinariedad con que se vale el artista actual; es como si a una orquesta se le suman nuevos instrumentos. 

 

Nuevos instrumentos y nuevos materiales; propuestas que incluyen la joyería de autor, tratada como verdadera obra artística portable. 

 

Lo que es llamado concepto, aquí aflora sin necesidad de explicación. Podríamos buscar uno, pero la verdad, mentiríamos. La belleza de estas piezas se encuentra en lo que al espectador le entra directamente por la retina, esta “forma” se convertirá, según la percepción y cultura de cada uno en una forma que le hablará de otros mundos, esos mundos imaginarios que siempre habitan las mentes de los artistas. 

 

Únicamente les queda pues, disfrutar de la palpitación de cada una de estas “formas” que han surgido de algunos “materiales”. Por supuesto que habrá más.

 

Marisa Aldeguer Mayo 2018

Forma y Materia, escultura contemporánea 2018

El mundo de un escultor es obsesivo, busca eternamente formas en la materia, es su sino. Es como mirar al cielo en busca de estrellas, es como mirar nubes; es soñar despierto. 

Cuando una forma penetra en la mente de un escultor, pugna incansablemente por salir a la luz. Cuando un material es observado por los ojos de un artista, cobra una forma determinada, éste ve automáticamente el ser que lleva dentro; sólo le queda sacarlo de su encierro. 

 

MA presenta una colectiva de diecisiete artistas que trabajan maravillados en busca de esa forma que han visto en este material. 

No podemos, en una primera exposición de escultura contemporánea, pretender mostrar la infinidad de recursos con que el artista se vale para llegar a su cometido; necesitamos un punto de partida y ese ha sido, llevados por la emoción, el primero.

Sí, hablo de emoción; porque sin emoción no podemos seleccionar a unos artistas sí y a otros no. Mi recorrido visual sobre las piezas que se exponen ha acariciado cada una de ellas y me han tocado el alma, así de simple. 

La técnica es algo que viene después, la observación de la calidad de cada obra me ha dado la respuesta definitiva. Nos encontramos pues con una exposición sin hilo conductor temático; podríamos decir que se trata de pulsaciones. Precisamente lo que se ha buscado es una parte de esta multidisciplinariedad con que se vale el artista actual; es como si a una orquesta se le suman nuevos instrumentos. 

 

Nuevos instrumentos y nuevos materiales; propuestas que incluyen la joyería de autor, tratada como verdadera obra artística portable. 

 

Lo que es llamado concepto, aquí aflora sin necesidad de explicación. Podríamos buscar uno, pero la verdad, mentiríamos. La belleza de estas piezas se encuentra en lo que al espectador le entra directamente por la retina, esta “forma” se convertirá, según la percepción y cultura de cada uno en una forma que le hablará de otros mundos, esos mundos imaginarios que siempre habitan las mentes de los artistas. 

 

Únicamente les queda pues, disfrutar de la palpitación de cada una de estas “formas” que han surgido de algunos “materiales”. Por supuesto que habrá más.

 

Marisa Aldeguer Mayo 2018