Informe de noviembre de 2018 | Asturias

La actividad de la delegación en Asturias del IAC se ha centrado fundamentalmente en la captación de nuevos socios, con el objetivo de duplicar el número. Se ha hablado con una quincena de personas, representativas de todos los sectores profesionales del arte contemporáneo, a las que se les ha realizado la propuesta formal.

También se han buscado socios protectores, para lo que se han iniciado contactos con la Fundación EDP que no han fructificado del todo.

Se ha elaborado un documento con las principales líneas de actuación para Asturias, centradas, como no podía ser de otra manera, en la implantación de las buenas prácticas, la transparencia, la igualdad de oportunidades y la profesionalización del sector mediante honorarios adecuados.

Se ha hecho también una relación de proyectos de arte público, museos, centros de arte, fundaciones municipales y casas de cultura, iniciativas público-privadas, ferias de arte y premios nacionales con los que cuenta la Comunidad, como base de trabajo para actividades posteriores. El número no es menor, cerca de cuarenta.

Asimismo se ha hecho un estudio sobre la situación de las Fundaciones Municipales y Casas de Cultura de Asturias, que tanto peso tienen en la programación del arte contemporáneo en la Autonomía.

También se ha elaborado un estudio y sobre la aplicación del Porcentaje Cultural, al que se dedicó un artículo publicado en el número de mayo de la revista asturiana de información y pensamiento ATLÁNTICA XXII.

Por último, también estamos trabajando en un censo de trabajadores del arte contemporáneo en Asturias, que posiblemente nos sea muy útil.

Este trabajo sistemático nos ha permitido observar algunas incidencias que me gustaría resaltar aquí:

          + La instalación en las calles de Asturias de esculturas de dudosa factura, encargadas a dedo a aficionados y no a profesionales.

          + La infradotación de los grandes centros, algunos, como el Niemeyer de Avilés o Laboral de Gijón, lastrados por los excesos de su apertura, y otros, como el Museo de Bellas Artes de Asturias, con un presupuesto recortado a menos del 50% del que tenía en 2009. El Centro Niemeyer carece de asesor en exposiciones artísticas, como sí tiene en artes escénicas o encuentros literarios, y el Museo Barjola de Gijón cuenta con un presupuesto ridículo para las múltiples actividades que desarrolla.

          + La ausencia de una sala municipal de arte en Oviedo y su consecuente programación, con las que sí cuentan en Gijón y Avilés y otras localidades menores como Pola de Siero, Piedras Blancas o La Caridad.

          + La desaparición de Cajastur, subsumida en Liberbank y cuya Fundación Bancaria se ha desentendido de su responsabilidad cultural, que durante medio siglo fue fundamental para la vertebración artística de la comunidad asturiana. En 2010, la cifra suponía unos 10 millones de euros, nada menos.

          + La falta de transparencia en el convenio entre el Principado de Asturias y el Banco Sabadell-Herrero, que no ha sido publicado, para la sala de exposiciones de este último en Oviedo.

          + La ausencia de remuneración, rotación y paridad en los jurados de certámenes públicos en Asturias.

          + El declive de un modelo cultural como el de las Casas de Cultura, que se está extinguiendo entre otras razones por la desaparición de la generación que le dio forma, a la que le ha llegado la edad de jubilación, sin que haya otro que lo sustituya.

          + La cada vez mayor intromisión de los partidos políticos en las programaciones artísticas de estas Casas de Cultura, sin el más mínimo respeto a los profesionales que trabajan dentro. El caso más flagrante es el del Valey Centro Cultural de Castrillón.

           + La renuncia desde 2013 por parte del Gobierno asturiano al 1% cultural al que le obliga la Ley 1/2001, de 6 de marzo, de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias, que en 2009 había supuesto una cifra importante, 1.667.100 euros. Su completa desaparición ha supuesto por ejemplo que el Museo de Bellas Artes de Asturias carezca desde entonces de dinero para la adquisición de obras, ya que sus fondos se nutrían básicamente de esa partida.

          + En cuanto al 1,5% cultural del Gobierno central, gestionado por los Ministerios de Fomento y Educación y Cultura, el Principado de Asturias recibe 1,1 millones de euros, que se destinan a actuaciones ligadas a la Administración gobernante, algunas de ellas tan polémicas como la que afecta al castro del Chao Samartín.

Estas actuaciones están dedicadas exclusivamente a la conservación del patrimonio y no a la creación de nuevo patrimonio, como establece la ley. Es decir, a la adquisición de bienes culturales, exposiciones, publicaciones, y al fomento de la creatividad artística o, lo que es lo mismo, a la adquisición de obras de autores vivos o encargos a éstos para que realicen obras, conforme a los criterios establecidos en 2005 por la correspondiente Comisión Interministerial. Como desde el IAC reclamamos que se dedique al menos el 20% de la partida a la creación de este nuevo patrimonio, esto supondría para Asturias más de 200.000 euros.

          + Por último, que en Asturias hay nada menos que 400 artistas, de los que unos 175 son mayores de 65 años, el colectivo más vulnerable, con una buena porción de mujeres. La mayoría de los menores de 40 años trabajan fuera de Asturias, ante la falta de oportunidades, a pesar de no ser los más desprotegidos.

En este sentido, desde el norte queremos transmitiros la necesidad de que el impulso a la promoción nacional e internacional del arte contemporáneo en España que se propone desde el IAC tenga en cuenta los equilibrios territoriales. De nada nos sirve partirnos la cara por nuestra gente si luego no tenemos igualdad de oportunidades y todo queda en casa.

Desde Asturias defendemos la estricta aplicación del Código Deontológico del IAC en todo el territorio español. Y estamos dispuestos a que no se vuelvan a hacer actividades artísticas que no respeten las buenas prácticas. Contamos para ello con la total colaboración de la Asociación de Artistas Visuales de Asturias (AAVA), cuya presidenta, Consuelo Vallina, también lo es de la asociación nacional.