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Isidro López-Aparicio comisaría la "Muestra sonora desaparecida" en Mozambique, México, Argelia, Sahara Occidental y España

Video “muestra sonora desaparecida”:   https://vimeo.com/490129661

Publicación: https://bit.ly/3ciY3eB

Declaraciones de Noam Chomsky: https://bit.ly/3fmQi9t

 

La pandemia del compromiso

La pandemia nos ha descabalgado de nuestra propia vida, nuestra cotidianidad ha sido alterada en muchas formas, pero quizás una de las más significativas ha sido el parar el movimiento de las personas. Todos hemos tenido que permanecer recluidos en nuestros espacios más próximos, nuestras viviendas, nuestras ciudades, nuestros países. Ha sido y es una situación dramática y totalmente nueva para la mayoría del mundo, pero hay espacios que llevan viviendo este aislamiento desde hace mucho tiempo: el pueblo saharaui desde 1975 confinado en los campos de refugiados de Tindouf.

El confinamiento ha venido como consecuencia de la letalidad de una enfermedad en el que hemos perdido muchas personas queridas, como así sucedió en el éxodo del pueblo saharaui donde desaparecieron miles de personas. Lo que hoy en día el mundo vive de forma compartida y global nos une y nos tiene que hacer empatizar aún mas con la realidad del Sahara Occidental.

En esta situación de confinamiento el arte ha tenido mas importancia que nunca, ha sido vital para mantener vivo el optimismo de las personas. Así lleva sucediendo en el Sahara desde más de cincuenta años cuando fueron confinados a los campos de refugiados, donde el arte ha sido un modo de expresión y de encuentro en el que los artistas saharauis han constituido la generación del exilio.

Cubrir las necesidades primarias nos da la vida; la cultura y el arte nos realiza como seres humanos, el disfrute del arte en todas sus expresiones es el que alimenta los aspectos más humanos que nos transcienden y activan la naturaleza que nos define.

Visualizando la/os desaparecidas/os del Sahara Occidental desde lo sonoro

Desde la fundación de los Encuentros de arte y derechos humanos del Sahara Occidental, ARTifariti se han llevado a cabo infinidad de acciones artísticas y se han creado importantes lazos de colaboración con las asociaciones ubicadas en los campos de refugiados. Con la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis, AFAPREDESA desde 2009 se comenzó el proyecto Lxs Desconocidxs que retrata entre las miles de fichas de desaparecidos aquellas que no tienen documentación visual. En un proceso de mediación artística los artistas se reúnen con las familias de los desaparecidos con el propósito de poder representar a través de sus palabras y recuerdos, la imagen del desaparecido. Esta acción en muchas ocasiones es una catarsis para las familias que ven sus emociones y sus sentimientos en un estado de desasosiego, por no saber donde “colocar su dolor”. El estado de limbo emocional puede encontrar refugio tras acciones como esta en donde se recrea entorno a la imagen del desaparecido una representación de lo que perdura entre la memoria de los que les recuerdan. Estos retratos en muchos casos se convierten en la primera imagen que tienen sus descendientes de sus seres queridos.

Este proyecto toma aquí un protagonismo especial sobre el que se vertebra una de las líneas fundamentales de la participación de los artistas en Artifariti y se entrelaza con el ámbito de lo sonoro. Y en ciertos momentos se entrelazan para que algunos de los artistas participantes hayan llevado por primera vez a cabo retratos sonoros de los desaparecidxs

La necesidad de la plasticidad de los sonoro  

La música nos ha acompañado en estos difíciles tiempos de pandemia. Es por lo que la muestra sonora desaparecida se convierte en un homenaje desde el mundo del arte contemporáneo como espacio de encuentro en el que muchas manifestaciones del arte tienen cabida. La libertad creativa ha enriquecido el entendimiento de las artes visuales y sus manifestaciones recogen recursos infinitos, y lo sonoro encontró en él un espacio natural en el que expandirse y liberarse de los principios más académicos construidos a lo largo de los siglos en las tradiciones músicales. La necesidad de vincularse a otras esencias, incluso primigenias, de forma fluida interaccionando y desarrollándose en lo espacial, lo olfativo, lo gestual, lo lumínico, lo formal, lo textural… e incluso la búsqueda de su fisicidad desde nuevas plasticidades se fue concretando en lo que denominamos: arte sonoro. Y es este arte sonoro el que ha construido un nuevo espacio artístico vinculado al mundo del Sahara Occidental, a su largo destierro, a su frontera, a sus desaparecidos, a sus ceremonias, a sus memorias…

Creando desde lo común y proponiendo desde la interculturalidad

En un deseo de hacer lo más participativo y colaborativo esta propuesta, ha contado con la colaboración inestimable de la Asociación de Música Electroacústica de España (AMEE), fundada en 1987 es una de las asociaciones de artistas con más tradición de España y que a través de su presidente Víctor Aguado Machuca hemos llevado una convocatoria para la participación en esta muestra. También contacté con el comisario Alejandro Alonso que de entre los artistas por el comisariados seleccionó a aquellos que previamente habían tenido experiencias con el Sahara occidental para sumar piezas de una mayor proximidad. Y ante una narración de los desaparecidos tan compleja como la de Hab-bla contacté con Rosa Pérez directora de Fluido Rosa, Radio 3, RNe para compartir con ella la búsqueda de esa persona idónea para ese reto. A todo esto, se han llevado a cabo invitaciones a artistas específicamente para generar retratos sonoros de saharauis desaparecidos, personas de la máxima confianza profesional y personal como el maestro Bartolomé Ferrando.

Esta muestra ha tenido lugar en cinco sedes: los Campos de Refugiados de Tindouf (Sahara Occidental), la Ciudad de México (CDMX) , Argel (Argelia), Maputo (Mozambique) y Sevilla (España). En cada una de las sedes se reproducen las piezas sonoras en espacios públicos con la finalidad de hacer presente el apoyo al pueblo saharaui en los contextos de cada ciudad. Pues la intención es convertir esta muestra en una acción social donde cada una de las reproducciones en la calle es documentada y editadas las cinco en un video conjunto en el que se visualice como pieza final la “muestra sonora desaparecida”. Para lo cual ha sido fundamental las colaboraciones en las distintas sedes de Meziane Djaout y Wallid AiOod (Argelia), Liasaa Lebsir, Mohamed Zrug (Western Sahara), Luna Yedra (Mexico), Silverio Salvador (Maputo) , Edi Escobar, Marta Gómez, Fernando Peraita, Pamen Pereira,(España) ...

A la muestra sonora se ha sumado la valiosísima grabación de las declaraciones que Noam Chomsky hizo a Isidro López-Aparicio en las que contundentemente declaraba en contra de Trump y en apoyo al Sahara Occidental y a Palestina.

Entre los artistas que participan existen verdaderos maestros del mundo de lo sonoro como Llorénç Barbé y Montserrat Palacios, que aportan audios de su defensa doctoral conjunta en la Liberis Artium Universitas, que está hermanada bajo convenio con la Universidad de Tifariti del Sahara Occidental. Isidoro Valcárcel Medina que aporta una pieza fundamental como es Norte, Sur, Este y Oeste que ya en 2012 editada por Raíz-Mircrophone e instalada con la inestimable colaboración de los Torreznos en los campos de refugiados de Tindouf apelaba al sin sentido de esta injusticia social que no encuentra una dirección. El ya nombrado Bartolomé Ferrando llevó a cabo un impresionante retrato vocal junto a otros artistas que asumieron este gran reto como, Rafael Martínez Mercado, Javier Álamo y Susana Drone que asumió generosamente la compleja taréa de poner sonido al relatoc de las mujeres desaparecidas.

A estos se sumaron otros artistas como Saray Pérez Castilla, José Venditti y Benigno Moreno, Rafael Díaz, Pedro Guajardo, Menhir (Coco Moya and Iván Cebrián), Luis Lamadrid, Joaquín Medina, Jairo Maldonado Carrillo y Enrique Busto.

El video donde componer y difundir las vivencias

Todas estas piezas fueron editadas en muestras que se convirtieron en conciertos públicos que tuvieron apariencias y formas de audición muy diversas según el contexto tanto físico como social A todo esto se sumaban las distintas restricciones en cada país debidas a la pandemia. De esta forma se incorporaron aspectos que se alteraban en cada lugar como la relación del tiempo y el espacio en la audición, pues algunas son en estático, otras se reproducen desde el coche, otras caminando… generando recorridos que interaccionan con la ciudadanía, saliendo a su encuentro, generando otras formas de interactuar.

Todo esto documentado ha construido una pieza videográfica en la que las distintas plasticidades de lo sonoro conviven y construyen un retrato del momento, repleto de texturas en lo visual y auditivo. Un retrato de un momento muy complejo como el de la pandemia en cinco países que conviven al unísono unidos por piezas sonoras generadas a partir de una realidad olvidada en su confinamiento como es la del Sahara Occidental.