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Ricardo Calero ' Sueños de ayer y de hoy..., Sueños en el mar '


Comisariada por David Barro
Con motivo de la Apertura-inauguración del nuevo espacio de exposiciones
Sala  de T R A N S I T O
Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones
Exposición del 13-12-2021  al  27-03-2022
 

 

El arte es un agente imprescindible para el cambio. Aunque la cultura no figura específicamente como un Objetivo de Desarrollo Sostenible, sí está presente de manera transversal en lo relativo a la educación, en hacer nuestras ciudades más sostenibles y habitables, en repensar las pautas de consumo o en la promoción de sociedades inclusivas y pacíficas. Ricardo Calero es un artista pionero en entender la importancia de revelar los paisajes emocionales del existir con sus obras, revelando así lo invisible, lo que se escapa a la acción de la mirada; un ejemplo de la importancia del arte como elemento clave para la transformación social. Firme en sus propósitos y procedimientos, Ricardo Calero es de esos artistas que llega a un tema por investigación, nunca por tendencia. Por eso ha construido una iconografía singular y reconocible, propia de quien semeja querer decir las mismas cosas en tiempos distintos, abrazando lo reflexivo y la observación directa, la utopía de la palabra y el gesto, como huella breve de un poema interesado en las ausencias y en las presencias, sin dejar de atender a problemáticas contemporáneas.

SUEÑOS DE AYER Y DE HOY… Sueños en el mar es un proyecto que comenzó en 2001 y que el artista realizó a lo largo de doce años en distintos lugares entre el mar y la costa Sur de España. La dramática realidad de la emigración se hace visible mediante la metáfora del «viaje» de unos pasaportes. Ricardo Calero «inundó el mar» lanzando cada año 365 pasaportes, un total de 3.650, tantos como días e identidades que quedaron a la deriva y de los cuales únicamente 78 pudieron ser rescatados. Ricardo Calero con esa metáfora hace también referencia a la identidad de cada uno de nosotros, independientemente del lugar donde nos encontremos, al «viaje» de cada una de nuestras vidas, identificadas o no con nombre y número. Conforma así espacios del sentir aprehendiendo silencios elocuentes, como estas ausencias que le llevan a auscultar la memoria y el olvido. La forma no es el objetivo sino el resultado. La belleza sale a su encuentro. También la esperanza y las preocupaciones por problemas actuales, como todo este conjunto de sueños de ayer y de hoy… de sueños en el mar. 

David Barro. Comisario de la exposición