"Mundos transitorios" de Cristina Toledo se expone en Sala Cubo - CIC El Almacén con el comisariado de Natalia Alonso Arduengo

¿Existen los Espíritus? Allan Kardec en El libro de los médiums enuncia que "si no debiéramos creer más que en lo que ven nuestros ojos, nuestras convicciones se reducirían a muy poca cosa". Pero, ¿y si el espiritismo y el ilusionismo guardasen una estrecha relación desde sus comienzos? ¿Y si los poderes sobrenaturales para contactar con el más allá fuesen simples trucos de magia? La frase "ver para creer" puede, entonces, no dar una respuesta satisfactoria.

A mediados del siglo XIX, en una granja de Hydesville en el estado de Nueva York, las hermanas Kate y Maggie Fox simularon comunicarse con los muertos mediante golpes. A partir de ese momento, la figura de la médium se popularizó por todo Estados Unidos y, con ella, las mesas giratorias, los objetos movidos a distancia, la escritura automática, las puertas que se abren o cierran solas, las luces que se encienden y se apagan...

 
Los sucesos sobrenaturales, la sugestión y el fraude se entremezclan dificultando la posibilidad de distinguir entre la realidad y la ficción. En Mundos transitorios Cristina Toledo refuerza esa ambivalencia entrando en el juego del arte, de la pintura, como "ilusión más poderosa que lo real" siguiendo a Jean Baudrillard quien, en El complot del arte. Ilusión y desilusión estéticas, incidió en que "una imagen es justamente una abstracción del mundo en dos dimensiones, es lo que quita una dimensión al mundo real e inaugura, de ese modo, la potencia de la ilusión".