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Marta Serna presenta "La máscara de las caras falsas" en Espacio Marzana

Espacio Marzana

Del 25 de septiembre al 6 de noviembre

Inauguración: viernes 25 de septiembre de 18:00 a 21:00

“El hombre está más alejado de sí mismo cuando habla a cara descubierta. Dale una máscara y te dirá la verdad” 

Oscar Wilde


Una cuestión de identidad


El concepto de la máscara, su significado y evolución, transcurre paralelo y refleja el propio devenir e identidad del ser humano en la historia. Su origen se remonta al momento en el que el hombre toma conciencia de sí mismo, y sin embargo, es en la colectividad cuando cobra sentido, en tanto que nos comunicamos con un interlocutor que interpreta el mensaje que deseamos transmitir.

La máscara de las caras falsas (Fake Face Mask) es un proyecto pensado y fraguado meses antes de que explosionara la situación de pandemia que estamos viviendo. En la muestra, Marta Serna reinterpreta el papel de la máscara como un objeto de poder y elemento transformador que puede dar, preservar y multiplicar la identidad, o la falta de ella. La puede difuminar, desdibujar e incluso hacerla desaparecer. Como expone la artista: “El eje de la exposición es una cuestión de identidad, una reflexión sobre lo que hay tras la máscara y su efecto hacia afuera. El papel que debe cumplir quien se oculta detrás de ella”. Así, el enmascarado cobrará una nueva entidad, se convertirá en otro, o bien, desaparecerá si así lo desea. Representará a una multitud, estará poseído, o incluso podrá prestarse a ser médium y canal de las fuerzas de la naturaleza o del más allá.

La temática que nos presenta es amplia y abierta a múltiples interpretaciones. Lo ritual, lo ceremonial y la magia se conjugan con la religión y el misterio. El abuso de poder con la violencia, o incluso, por qué no, con el juego y el azar. La brujería se da la mano con heroínas y villanos. Nada es lo que parece, o quizás sí. Sus personajes, por su apariencia y acción que desarrollan, se prestan a ser vistos en diferentes ángulos, como si un haz de luz se reflejara a través de un prisma en múltiples direcciones. Juegan en variados niveles, dependiendo de cómo queramos interpretar el mensaje. Pueden estar delinquiendo o simplemente divirtiéndose, atentando o jugando, quizás estemos asistiendo a una sesión de hipnosis o a un rito satánico, una situación de abuso, o tal vez se trate tan solo de una carnavalada. Todo lo lejos que nuestra mente nos quiera llevar. Se representan juegos de roles en los que impera la ambigüedad. “No somos una sola cosa, somos muchas. Las cosas poliédricas se tienden a matar porque no podemos apresarlas. No tenemos porqué sentirnos o adscribirnos a un solo grupo. Con ello solo le facilitamos el trabajo al Estado de control. El anonimato nos hace libres”, afirma, y es que, en su obra, los límites están difusos, no delimitados. No todo tiene porque ser explicado en una sola dirección.

Encontramos situaciones donde los protagonistas no aparecen literalmente enmascarados, el objeto material no está presente, pero sí su función, que se mantiene en su papel como símbolo de dualidad del ser humano. Esa idea de la no máscara está emparentada con la del doble o alter ego, la doble vida o la personalidad múltiple.

La artista nos plantea un baile de máscaras, un divertimento donde ella ejerce de maestra de ceremonias. Sus invitados interpretan situaciones y esconden mensajes, todo lo profundo que nosotros queramos, llenos de ambigüedad, pero siempre visto desde un punto de vista lúdico, y con la ironía como arma haciendo acto de presencia. Sus escenas pueden trasladarnos a un pasado remoto, conectado con ceremonias mágicas llenas de misterio, o con rituales paganos, pero los protagonistas de sus obras son reales y cercanos, creando con ello inquietud en el espectador y proyectando su mensaje al momento actual, haciéndonos ver que quizás, en ciertos aspectos, no hemos cambiado tanto.

“Yo amo a aquellos que no saben vivir más que para desaparecer, porque esos son los que pasan al otro lado”

Así habló Zaratustra, Friedrich Nietzsche

 

Texto Abel González Santeiro