Chus Tudelilla Comisaría la exposición 'Mapa' de Fernando Martín Godoy

Mapa es el título elegido por Fernando Martín Godoy para su exposición en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Se trata de un mapa singular, pues no es su propósito describir el mundo, y mucho menos transformarlo. Fernando Martín Godoy se quiere viandante en el mapa, motivado por la necesidad de fijar los lugares del viaje y el recordatorio de cada una de las etapas, al decir de Italo Calvino. De su estudio en Londres, donde reside en la actualidad, irradia esta cartografía pictórica configurada por imágenes que condensan tiempos distantes en espacios intermedios entre la realidad y la ficción. Un mapa, en definitiva, que hacemos nuestro con el ánimo de atender y compartir los temas que ocupan sus obras, tales como la obligatoriedad de ver en lo oscuro y en las grietas de un mundo en desorden, asuntos de la serie Desastres en los que un futuro es posible, como refrenda la secuencia de Estudios; o la imperiosa necesidad de ensayarnos una y otra vez, para reconocernos y relacionarlos, sorteando el férreo control que la cultura mediática ejerce en la construcción de las identidades.

Retratos, autorretratos y máscaras vertebran esta exposición en el deseo de recomponer un escenario en el que cada cual pueda desarrollar sus propios gestos de vida: los vínculos familiares de Números primos resultan ser ficticios y, por ello, la instalación acaba convertida en una enorme naturaleza muerta; la gran mesa ocupada por los restos de la sobremesa lejos de ser una vanitas es el mejor retrato familiar y afectivo; y la pintura de una cama deshecha irrumpe en violenta diagonal envuelta en claroscuros que descubren restos de sueños. Fue en torno a 2018 cuando Fernando Martín Godoy dispuso posar de frente ante un espejo negro para dibujar con tinta su rostro. En su autoexploración comparte con Rembrandt el proyecto de "ensayarse" continuamente, "sin resolverse jamás", pero sabiendo que es el único modo de escapar a la máscara. Un ejercicio que compartimos al asomarnos al reflejo del cristal convertido en espejo negro de la serie Alone in the Dark, cuya superficie entintada la ocupan figuras de artistas concentradas en su soledad en el momento creador delante de un papel en blanco. En la operación de rescate de la pintura desde la pintura se inscribe también la serie Colecciones y la Cena, un cuadro celebratorio en el que Fernando Martín Godoy posa junto a un selecto grupo de artistas de todas las épocas con el propósito de establecer diálogos en una suerte de continuidad propiciada por el arte.

Decía Robert Musil que a las ciudades se las conoce como a las personas en el andar. Desde la distancia geográfica Fernando Martín Godoy imagina su ciudad natal, convertida ya en una imperfecta ciudad ideal, como mejor sabe: pintándola. Asomado a la ventana del ordenador elige una de tantas imágenes de Zaragoza, desde un ángulo muy próximo al edificio Paraninfo de Zaragoza, y atrapa a la oscura niebla del tiempo edificios desaparecidos que siguen formando parte de la memoria colectiva. Y sin pretenderlo, el paseo al que nos invita en esta Zaragoza desaparecida entra a formar parte de las famosas Vistas que se han pintado a lo largo de la historia.

[Chus Tudelilla Laguardia. Comisaria]