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Carlos Tárdez presenta "Mitología de interior" en Ansorena Galería de Arte

Ansorena Galería de Arte

Del 27 de marzo al 3 de mayo de 2019

Ansorena Galería de Arte presenta la exposición individual de Carlos Tárdez, Mitología de interior, una muestra que reúne su obra reciente en pintura y escultura. Obras de temáticas y técnicas muy diferentes que vistas en conjunto muestran una línea común y reconocible.

Carlos Tárdez (Madrid, 1976) compagina su obra pictórica con la escultórica, en ambos casos existen connotaciones mitológicas que hacen que las obras se llenen de dobles sentidos y de reinterpretaciones de escenas y objetos.

Este hecho se hace especialmente evidente en su escultura, donde utiliza una idea preconcebida o un objeto asociado a un significado y le da la vuelta. Mitología revestida de ironía. Son piezas por lo general de pequeño formato, modeladas en resina y policromadas, aunque también hay obras ejecutadas en bronce.

Sobre el lienzo intenta expresar la idea de la forma más directa posible, su técnica pictórica y el realismo empleado son cuidados, generando composiciones sencillas y rotundas en las que el vacío cobra un sentido y en muchos casos lleva el peso conceptual en un tratamiento del espacio que bebe directamente de la pintura abstracta.

El color también tiene una relación directa con la distribución del espacio, la atmósfera y la profundidad. Dando mucha importancia a la influencia psicológica y el valor simbólico del mismo. También es habitual que aparezcan en sus cuadros bandas horizontales o verticales de negro mate que acotan el espacio.

Es una figuración simbólica, con una serie de recursos que han ido enriqueciendo su propia iconografía. El título de cada una de las obras sugiere y refuerza la idea en muchas ocasiones, dejando siempre abierta la interpretación subjetiva del espectador.

En ocasiones, en su pintura el animal se convierte en el protagonista, lo usa para representar sentimientos o momentos vitales. La elección del animal no es azaroso. Usa la idea preconcebida de este animal para describir situaciones cotidianas de la vida. Busca en los rasgos de su animalidad una analogía que sirva para expresar sentimientos y situaciones humanas.

Cada animal evoca en el artista una serie de sensaciones. Por ejemplo:

El pájaro como símbolo de libertad, fragilidad, el movimiento retenido, pero también, y en especial el gorrión, como elemento social, de ciudad y de campo, que interactúa y es uno y muchos como parte de la masa.

El mono como el animal humano. Último escalón hacia el hombre. Es primo por primate y lo es por familiar. Cobran especial importancia las posturas, la mirada reflexiva y las manos.

Según palabras del propio artista:

“Mi obra nace de mis experiencias. Intento tener siempre presente la banalidad de lo que hago, porque sólo desde la sinceridad sin pretensiones surge la idea. Cada día aparecen y reaparecen nuevos elementos. Por eso no me planteo objetivos. Pinto por una necesidad interior. Es del propio trabajo de donde surgen nuevas preguntas, nuevos proyectos.”