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Soledad Córdoba participa en la exposición colectiva de la Galería Marlborough: Zoom

Desde el 17 de marzo de 2011 hasta el 20 de abril de 2011.

Jose Manuel Ballester

Una China sin límites: 2011

“Hablar sobre China para mí, desde mi punto de vista occidental, resulta cada vez más difícil. Después de cada viaje regreso con la idea y el afán de realizar otros nuevos recorridos. Lo que en un principio fue el ser atraído por la curiosidad de lo que llamaría efecto olímpico, más allá de este escaparate sobre la nueva China he ido descubriendo progresivamente nuevos planos y lugares sobre su paisaje y su cultura.

A partir de las grandes ciudades de la costa me he ido alejando del presente más desenfrenado y moderno descubriendo nuevos caminos a través de los primeros poemas que tuve ocasión de leer sobre Wan Wei, Du Fu y Li Bo. Después llegaron en tropel Lao Tse, Confucio, Zhang Hua, un vasto mundo más grande si cabe que el de la actual China se abrió ante mí. Pintura y poesía se presentaban como inseparables en ese recorrido por el pasado artístico que puedes todavía sentir en algunos de los paisajes

que he tenido ocasión de visitar. Si ya me resultaba difícil plasmar la China más moderna en los dos grupos de fotografías que realicé en los primeros viajes sobre la China pre y post olímpica, en este nuevo camino resultará todavía mucho más.

Este impulso se ha visto además incrementado por el paralelismo entre la necesidad que muchos de aquellos artistas, que en su mayoría ejercieron labores de funcionariado durante una gran parte de su vida, tuvieron la necesidad de retirarse a sus lugares de origen en un momento dado de su vida a aldeas, pueblos, pequeñas ciudades o incluso en pleno bosque rodeados por sus amigos y por un paisaje tan atrayente. Entre las muchas rutas de los poetas he tenido ocasión de visitar el río Amarillo a su paso por las proximidades de Zhengzhou y el río Li en Guilin.

En cuanto a las grandes ciudades, mi esfuerzo se centró en Beijing, Shanghai, Hong Kong y la nueva Zheng Zhou, capital de la provincia de Henan.

Tres imágenes son las presentadas en esta exposición: El estadio olímpico, claro representante de un país totalmente transformado por un crecimiento y progreso hasta ahora desconocidos en nuestra era. New CAFA 5: interior del nuevo museo construido bajo la tutela de la Central Academy of Fine Arts y que nos traslada a los textos de Lao Tse acerca del vacío. Por último un pequeño paisaje sobre el manso y grandioso río Amarillo. Ciudad y paisaje enfrentados. Progreso y naturaleza por tanto. En una de ellas, destacaría la herida que el ser humano produce una y otra vez sobre su entorno. Es quizás el nuevo gran reto al que China se debe enfrentar a partir de ahora: su responsabilidad con el medio ambiente.

Mientras tanto, sueño con descubrir todos aquellos lugares a los que hacían referencia tantos poetas y artistas chinos y poder desarrollar mi próximo objetivo: una pequeña antología de poemas fotográficos”.

Sergio Belinchón

Natural History

El núcleo del trabajo de Sergio Belinchón se centra en la ciudad, lo urbano, el paisaje habitado, o la artificialidad de los lugares. En el caso de Natural History se juntan todos estos elementos. Realizada en Dubai, esta es una serie fotográfica que retrata lo absurdo y artificioso de un lugar con una historia muy reciente y que quiere crearse una imagen a través de representaciones.

A través de andar sin rumbo, arrastrando los pies por la desértica Dubai, Belinchón se va topando con lugares, esquinas aparentemente banales pero que forman en conjunto una descripción del simulacro, de la artificiosidad de esa ciudad, muy cercana a la del parque temático. Así los edificios aparecen pintados con distintos motivos, oasis en el desierto, los barrios cogen nombre de países y la arquitectura imita los tópicos de esos lugares, en los interiores de los supermercados encontramos parques recreados en las paredes, pistas de esquí bajo un sol castigador o la muralla de Ávila cerrando un centro comercial. Pueden resultar humorísticas las imágenes pero lo realmente grotesco es que eso es la normalidad en Dubai. Las fotografías no dejan de ser un documento que pone al desnudo una imagen de la ciudad, donde no se sabe diferenciar cuál es el trampantojo.

Alberto Corazón

Todo lo que aprendemo

lo hacemos a través de analogías. Nuestra comprensión de la realidad se construye a través de las miradas que conectan cientos de niveles analógicos. Caminamos por la realidad como en una interminable deriva dentro de un gigantesco laberinto.

“Los recorridos analógicos que se abrían al ensamblar determinadas imágenes tenían el poder de provocar nuevas significaciones que se multiplicaban sin parecer tener límite. Hasta este momento había estado trabajando siempre con imágenes extraídas de los periódicos. Imágenes no autorales, muy manipuladas en los propios medios y sin otra voluntad que la documental. Me propuse entonces iniciar una nueva alternativa, esta vez a través de fotografías de carácter documental, que excluyeran la voluntad de una estética determinada.

Encontré en el blanco y negro de las diapositivas que fabricaba Polaroid, el punto de atemporalidad por luz y contraste que buscaba.

Imágenes que transmitían un gran silencio y abandono.

Un siguiente paso: si la propuesta de significados de las imágenes ensambladas tenía una enorme energía, ésta se convertía en una auténtica deflagración si se le sumaban significados de texto. De texto, formalizado en el paradigma tipográfico del diccionario”.

Soledad Córdoba

En el silencio

“Me interesa la fotografía como medio para transmitir y representar nuevas realidades. La fotografía me permite explorar los territorios de confusión donde confluyen las fronteras de la realidad y la ficción, lo comprensible y lo sobrenatural.

En el silencio está concebido como un estado imprescindible para habitar en el entorno y en nosotros, donde los elementos de la naturaleza son los protagonistas al tiempo que interactúan con el ser humano.

Es en este diálogo silencioso donde el mundo natural se desliza para formar parte de nuestras vidas. Todas las imágenes están envueltas de una atmósfera irreal, habitada y compartida por los protagonistas que forman parte de las escenas fotografiadas.

Los personajes emanan irrealidad y parecen trascenderse a ellos mismos en estados casi de conmoción, con sus miradas centradas en un punto fuera de cámara y sus cuerpos paralizados. Estos personajes se insinúan casi como fantasmas o apariciones veladas que hacen presencia y deambulan por espacios transitorios de la nostalgia, o realizando un viaje hacia la memoria a través de un sueño.

Las imágenes que presento son historias posibles resueltas en un discurso poético. Por eso todo lo que sucede en las fotografías va más allá de una simple realidad, son en sí una realidad inverosímil que representa la experiencia del ser humano dentro de la naturaleza que habita y que es, y donde se vislumbran profundos abismos que nos incitan a soñar”.

Pablo Genovés

Precipitados. La alquimia del tiempo

¿La cultura conquistada por la naturaleza, o la naturaleza aprisionada por la cultura? En las imágenes de Pablo Genovés, la pugna entre ambas se ha hecho eterna, y ya no es posible discernir quién agrede a quién. La lucha por la apropiación del espacio deriva en escenas de destrucción, de fin de una época, haciendo un guiño a los presagios catastrofistas que hoy, más que nunca, aguzan el imaginario colectivo. A su vez, estas imágenes proceden de realidades preexistentes: estampas antiguas que el artista rescata y transfigura, liberando la imagen fotográfica de su eterna vigencia, dotando a los elementos del pasado de una nueva capacidad de evocación.

Precipitados propone un viaje de despedida a todo aquello que algún día fue emblema de nuestros logros.

La destrucción física de estos espacios no es sino la materialización de una destrucción anterior, -actual y nuestra-, cuyos signos son tan vacilantes y ambiguos como la veracidad de una vieja estampa.

Luis Gordillo

Faraón

“Toda la Serie Lábil, la primera y la segunda (todo fotografía), la serie Nueva York (fotografía también), las dos Series Blandas que combinan fotografía y pintura y la Serie Luna (en la colección del MNCARS) que empieza como foto y termina como pintura, proceden del cuadro de 1974 Baño Duplex. Se trata de un raro individuo que está en parte metido en una piscina; el cuadro es un dúplex repitiendo la misma imagen dos veces en dos tonos monocromos. Fotografié cuidadosamente la cabeza del raro individuo; la foto la coloqué en el suelo con un cristal encima y posteriormente dibujaba sobre el cristal, fotografiaba el resultado y después borraba el cristal y así sucesivamente.

Curiosamente la obra me parece ahora más extraña que cuando la hice, quizás porque la veo con más distancia, la veo desde afuera. Veo al protagonista como una especie de faraón, un Tutankamon cualquiera que ensaya muecas y morisquetas delante de un espejo antes de salir al plató de la TV para grabar un discurso o entrevista. La obra tiene el aire de algo encontrado en una antigua tumba”.

Cristóbal Hara

De 1985 a 1991, Cristóbal Hara fotografía el mundo taurino en su vertiente más rural y primitiva. A menudo viaja en compañía de sus amigos, pertenecientes a la última generación de maletillas auténticos.

El tema es tan sólido que le permite abordar experimentos formales sin perder el valor documental de las imágenes. Este trabajo sobre un mundo ya desaparecido se publica en el libro Lances de Aldea (Ed. Photovisión, 1992). Una amplia selección de estas imágenes pertenece a la colección del MNCARS.

Gonzalo Juanes

Las fotografías seleccionadas se circunscriben a las series en color a partir de 1965, en concreto pertenecen a las décadas de lo 60, 70 y 80. Fue sin embargo en 1957 cuando Gonzalo Juanes, fruto de su curiosidad por la técnica y de un cierto cansancio provocado por la esclavitud del laboratorio, hace su primer ensayo de fotografía en color, con un rollo de doce exposiciones de Kodachrome. Quedó tan fascinado que pronto abandonó el blanco y negro, y de manera natural, incorporó el color a su personal y particular forma de mirar, una visión inmersa en la mejor fotografía documental. Sin embargo, es destacable, el hecho de que su acercamiento al color lo realiza sin que se produzca un tratamiento distinto al de blanco y negro, utilizando el mismo lenguaje y por supuesto, sin buscar, en ningún caso, un medio para hacer un trabajo más original o comercial, en unos tiempos en los que la fotografía de verdad se hacía en blanco y negro. Desde entonces y salvo un breve paréntesis en los noventa, sólo trabajará el color. Puede decirse que las imágenes expuestas, reflejan la mirada de un fotógrafo despojado de artificios, sincero y sin duda, adelantado a su época.

Gonzalo Juanes (Gijón, 1923). Comienza a revelar en el Instituto de la Soldadura de Madrid donde en el año 1952 trabaja como perito industrial. Ahí nace su fascinación por la fotografía. Miembro del grupo AFAL, se interesa especialmente por la fotografía americana de Frank Agee y sobre todo Klein, de quien puede decirse que es su descubridor en España. A partir de los sesenta comienza con la fotografía en color, lo que le lleva a romper abruptamente con el blanco y negro. A partir de la década de los noventa y tras un periodo de vuelta al blanco y negro, retoma su trabajo en color que ya no abandonará hasta la actualidad.

Isabel Muñoz,

En las fotografías expuestas el protagonista absoluto es el cuerpo humano en su estado sublime y sobre el que la artista despliega un exhaustivo análisis de su lenguaje, a través de un desfile de gestos, posturas, rostros y cuerpos.

En sus trabajos nos introduce en la furia de la danza donde los instintos de la fuerza contrastan con la lírica sensualidad del baile. Otras veces, muestra al espectador el cuerpo fragmentado, con primeros planos que dan lugar a sutiles y provocadoras imágenes. Como ella misma comenta "el cuerpo es un cúmulo de posibilidades".

Jean Pagliuso

Los últimos trabajos de Pagliuso se centran en retratos de aves con una increíble y delicada impronta pictórica. Combina una sencilla presentación de los animales junto con un proceso realizado manualmente de la aplicación de la gelatina de plata sobre el papel Kaji hecho a mano. Todo ello da como resultado unas cautivadoras obras que se detienen en los diferentes rasgos de los plumajes, cabezas o patas. Esta nueva y atípica temática se integra curiosamente con los retratos formales realizados a lo largo de las últimas tres décadas por Pagliuso.

Luna Paiva

Vida de diva

“Luna Paiva funda un universo autónomo, legislado por sus propias reglas y contradicciones, por obsesiones motivadas menos por un rasgo de carácter de la protagonista que por un síntoma social. El brillo de las lentejuelas se mantiene sobre el cuerpo, sin referir una ocasión especial. La exhibición de la piel y el vestuario teatral no requieren un espectador in situ; la intimidad se transforma en una zona de máxima visibilidad cuando el sujeto es atravesado por los medios, preso de una ficción personal que imagina un público en el ambiente hermético, que define menos una posición ante los ojos del otro que un lugar desde el que se mira y se construye el yo expuesto. En un austero departamento empapelado, más significativo que los objetos y muebles, escasos, es el televisor – tótem que define y justifica la pose y el vestuario. Vida de diva tributa a la feminidad exacerbada de la que posa envuelta en plumas pero, a la vez, es un catálogo de rarezas despegadas de la idea de tribu, rarezas que atraviesan a la masa tele- adicta, rarezas que moldean la agenda mediática, rarezas que definen la nueva traza urbana hacia Puerto Madero o Palermo Hollywood, donde fueron registradas algunas de estas fotos. Vida de diva: aquí está sólo permitida una semi-sonrisa o la sequedad marcial. Paiva reflexiona sobre la pose despegada de su sentido originario (artificialidad, acotación a un momento y un espectador interesado), expandida al ser, más allá del parecer y el estar”. Julián Gorodischer (escritor, periodista, editor jefe de Ñ, Clarín).

Hans Silvester

“Para estas tribus, la propia imagen es algo abstracto, y eso que desde hace unos años circulan varios espejos de bolsillo. Los rostros pintados, los cuerpos escarificados, las joyas, los peinados, las sabias mezclas de vegetales y plumas sólo son apreciados por la mirada de los demás. Lo único que cuenta es la reacción del amigo o del vecino ante sus decoraciones corporales. Se pintan el cuerpo con arcilla coloreada hasta dos o tres veces al día, como si cambiasen de vestido. Para los más jóvenes es una forma de coquetería, de seducción, de fiesta. Pero también un orgullo. Las escarificaciones, las mutilaciones que se infligen las mujeres mursi para colocarse su plato labial... son signos de elegancia, de belleza, de fortaleza y de valor”.

Laura Torrado

“Las dos fotografías pertenecen a la serie Vida Suspendida, iniciada en 2009. La serie utiliza una estética barroca que recuerda al género de Vanitas o Still Life. Las imágenes nos remiten al tiempo, a un cronos devorador, a lo efímero de la carne, donde el cuerpo aparece como un objeto inerte, dejado y deshabitado, en un mundo que se hace y se deshace, insistiendo en que nada nos pertenece. La imagen donde aparece la espalda de una mujer recostada, escrita con verbos que comienzan con RE, nos remite a acciones o actitudes cotidianas como recordar, retener, reunir, etc., resaltando entre todos el verbo redimir, pretendiendo asignar a la existencia una posibilidad de “salvación”, la redención de nosotros mismos y de los otros. La espalda simbolizaría el lado inconsciente, lo que está detrás, aquello que no vemos pero que se carga de rastros, de huellas y cicatrices. En la serie se establece un diálogo de opuestos, - como vida/muerte, atracción/repulsión-, donde lo abyecto se acerca a la belleza, generando una tensión en la lectura, y recordándonos que quizás el único camino pasa por el distanciamiento de nuestro propio cuerpo, ya que la razón, entendida como idea de superioridad, no puede domesticar la muerte, lo otro, lo indefinido e incomprensible”.

Galería Marlborough

Orfilia 5 28010 Madrid