La Galería Lucía Dueñas presenta "En el sueño" de Breza Cecchini Ríu

Robalo y Cecchini crean en el instante de su inspiración, llevando a cabo una catarsis; una liberación durante la confección de las piezas. Entre sus temas frecuentes se encuentran los recuerdos venidos de la infancia. Por eso, las niñas son personajes recurrentes, aunque tienen un aire misterioso y rostros serios; parecen absortas en sus pensamientos. No son alusiones estrictas a la niñez de las autoras, pero sí que merece la pena prestar atención a la cuestión de la infancia, pues aludiendo al teórico surrealista André Breton —en su Primer manifiesto del surrealismo—, es sinónimo de libertad: ‘’la infancia, en la que todo concurría a la posesión eficaz y sin restricciones de uno mismo’’.

En el caso de Robalo, sus pequeñas caminan, corren, saltan o descansan, si bien siempre se mantienen ensimismadas y de algunas brotan elementos extraños, véanse las raíces o alas que les permiten adquirir la posibilidad de desplazarse y enraizar donde quieran. Hay piezas concretas ligadas a experiencias de la vida. Robalo es migrante, pero también hija y nieta de migrantes y por esta razón, de determinadas obras surgen las raíces antes citadas, capaces de transportar al personaje, de no condicionarlo a vivir en una ubicación concreta.

Para Cecchini, las niñas y los niños de edades distintas se acompañan habitualmente, poblando escenarios intimistas, en otras ocasiones ignotos e incluso abrumadores, rememorando fragmentos de historias —vitales o no— que mezclan realidad y ficción. La iconografía de Cecchini comprende varios personajes dentro de una obra, en lugar de la soledad de las niñas de Robalo. Los niños y las niñas, las madres, los caballos, los lobos… son una fracción valiosa y hermética, en ocasiones incluso para sí misma, de sus composiciones. Sin caer en significados reglados por la iconología, los motivos pictóricos de la artista reflejan reminiscencias del pasado, placeres eternos como la hípica, asimismo alegrías, tormentos y ensoñaciones.

La temática biográfica con matices fantásticos es evidente en las obras de Cecchini y Robalo, aunque entre ellas existe además una conexión evidente con la naturaleza.

Cecchini emplea el óleo sobre lienzo, así que respecto a técnica y soporte se aleja de Robalo, a pesar de que las dos son esquemáticas en su figuración. Sin embargo, el gusto de Cecchini por la naturaleza es indudable en sus símbolos animales y la presencia puntual de los bosques, los cuales forman parte de su cotidianidad.

Robalo tiene como característica usar la madera y el mármol de manera predilecta, dando una gran relevancia a la hapticidad, a la sensación provocada por las texturas rugosas y ásperas. De este modo, mantiene la esencia de la materia extraída del entorno. Esto se hace patente sobre todo en las tallas, que esculpe de la madera tosca y conservan ese rasgo.

“Estamos hechos de la misma materia que los sueños, y nuestra corta vida es una pausa entre dos noches”

Comentario del personaje de Próspero en La Tempestad

William Shakespeare