Extraña Varsovia en El CCMA de la Diputación de Málaga | Una exposición co-comisariada por Pedro Pizarro
Participan: Carlos Aires, Joaquín Ivars, Carlos Miranda, Jesús Marín-Clavijo, Cristina Martín Lara y José Luis Puche.
Hasta el 22 de Junio.
La simetría del movimiento, una inclinación mantenida por dos puntos estables dentro de un plano imaginario, el dominio de la arbitrariedad de la naturaleza. El contrapeso lineal de la armonía, el rigor del rheos, ese fluir constante, contenido, que se nutre de la propia evolución. Gene Krupa, el mejor batería de todos los tiempos, idolatrado por Jason Pollock, supo combinar dos clases de energías que lo catapultan a ser considerado el artista más «perfomático» de la historia.
Dos energías opuestas: dejaba claro quien dominaba el ritmo del momento: la energía repetitiva del swing; sus acotaciones, el efecto diapasón, la superficialidad del sonido con la energía contenida de la estética del jazz los sonidos negros de los primeros solistas que trasciende la idea de conjunto, las grandes orquestas neoyorquinas, el nacimiento del sonido filadelfia, sudor, temblor, silencio: El impacto. Pero el ritmo tiene una peculiar forma de adaptarse a cualquier circunstancia dada por la estética analítica y sintética de la imagen o del sonido lo que conlleva el hecho de que exista la bipolaridad entre la expresividad y la síntesis.