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Bauhaus: Hagiografía sesgada de las mujeres en el CIC EL POSITO de Loja

BAUHAUS: Hagiografía sesgada de las mujeres.

En el CIC EL POSITO de Loja - Granada - España.

Martes a Viernes de 19:30 a 22 y los sábados de 10 a 12 h.

Un homenaje al papel de la mujer en el diseño, la arquitectura y la docencia. 

 

 

La Bauhaus se definía como un organismo inclusivo al que podía acceder «cualquier persona de buena reputación sin importar su edad ni su sexo». Fue el primer espacio artístico donde las mujeres tuvieron ocasión de iniciar sus estudios y habilidades libremente fuera del hogar. Al menos esa era la teoría. Ellas estuvieron, se formaron y dejaron un legado magnífico en la historia de la estética contemporánea pero nadie las recuerda.


En la famosa escuela había divisiones de asignaturas por géneros. Gropius lo tenía claro: la arquitectura, la escultura y la pintura eran propias de los hombres o del «sexo fuerte» mientras que, las temáticas que no se consideraban tan físicas eran roles de mujeres o del «bello sexo». A juicio del arquitecto la razón residía en que las mujeres sólo estaban capacitadas para pensar en dos dimensiones mientras que, los hombres, eran capaces de hacerlo incluso en tres. Casi todas estuvieron relegadas al taller de textiles.
Además, la mayoría de estas profesionales tuvieron que emigrar de Alemania tras el triunfo nazi. Entre ellas Anni Albers, Gunta Stölzl, Grete Heymanan-Marks, Marguerite Wildenhain-Friedlaender, etc. Las que pudieron permanecer en el país se vieron vetadas, como es el caso de Marianne Brandt, se le prohibió ejercer su profesión e incluso, en el peor de los casos, fueron exterminadas en los campos de concentración, como ocurrió con Otti Berger y Friedl Dicker-Bandeis.


Mujeres olvidadas que se formaron, enseñaron y dejaron un legado magnífico en la historia de la estética contemporánea, pero pocos las recuerdan. Representadas por un único pecho igual que las amazonas en la mitología griega. Empleando artículos corrientes procedentes del ámbito doméstico: tapas de la cacerola, bandejas, espejos, mesas, etc para situarlos en un nuevo contexto y otorgarles diferentes funciones y significados. Por eso la artista adopta un compromiso personal y público, y se expresa a través de un lenguaje singular, con un enfoque irónico, que le permite conectar con el espectador y conducirle de manera aparentemente fácil a la reflexión.